Decepción.

En esto que te pasas un par de años siendo altruista. "Venga, va, que yo antes era un cacho de pan y se aprovechaban de mí, de inocente que era". te dices a ti mismo. Luego, en un estado de pesimismo caótico, te preguntas por qué no naciste malo malote, que parece que a todo el mundo le va bien así. Y poco a poco, inconscientemente, empiezas a pasar de todos y de todos, te ves solo, sí, pero te da igual. Tienes amigos, puede que los tengas, pero a éstos también se la sudas, lo cual te hace caer más en la desesperanza, en el pesimismo, y emponzoñas tu alma. En esto que te despiertas un día, hablas con alguien, y te das cuenta de que has olvidado lo que significa la palabra "sentimiento", y te has convertido en una persona fría, sin corazón. Te das asco a ti mismo. Eres borde con todos. No has nacido para ser de esas personas que tienen gente siempre, gente que no se da cuenta de la realidad de sus amigos. Gente sin personalidad, en definitiva. No eres líder de esa gente, por lo que haces algo. Rectificas. Y en esto que te pasas un par de años siendo altruista. Y te das cuenta de que casi te va peor. "Venga, va, voy a ser bueno, que la gente lo agradece."

Poca. Muy poca.

Si hay algo que no soporto, realmente, por encima de todo, es el desagradecimiento. Y eso no significa que yo no pueda ser desagradecido en algunos momentos, que lo soy. Pero intento rectificar. Resulta decepcionante como intentas ayudar a alguien, ser su amigo, demostrar una amistad, y sobre todo impedir que esta muera. Y realmente nunca consigues nada, ni te devuelven nada. Quien dice eso de: "No, yo es que hago las cosas sin pedir nada a cambio." A mí no me engañas, querido/a. La amistad solo es desinteresada cuando ambos sujetos son desinteresados, pero cuando ayudas a alguien, lo menos que puedes pedir es un gracias y que esa persona va a estar ahí cuando lo necesitas. Una gran mentira es la amistad, eso es. Y, lo peor, es cuando ya te cansas de esa persona y decides pasar tres cuartos y medio de él/ella, y entonces él/ella viene a ti y te exige cosas. Que seas como siempre, pero él/ella va a seguir en sus trece, vamos. Eso si que es para estar riéndose varios días, en serio.

Aunque claro, ni se te ocurra joderla en ese tiempo en que "sois" amigos. Pásate dos años intentando demostrar un altruismo que, además, no es fingido, no va con intereses más allá de los que la propia razón, la propia lógica piden (gracias y empatía), pero como la fastidies una vez, una sola, adiós.

Conclusión de toda esta pantomima: Te puedes pasar años intentando ser amigo de alguien y pocas veces te lo agradecerá, pero como lo jodas no se le olvidará jamás de los jamases lo que has hecho.