No me importa que peinado lleve,
o como vista.
No me importa si es Yves Saint-Laurent o Chanel.
Lo que me importa es una fuerte convicción.
Toda esa belleza es superficial.
No me importa el pelo, ni los ojos.
Solo lo que hay en el interior.
Nunca sabrás a quien te encontrarás en tu camino hacia la cima.
Probablemente nunca los volverás a ver cuando tu fama empiece a caer...
Hacia abajo, hacia abajo.
Nos encontraremos en el suelo.
No es bueno con tu pelo y tus brillantes ojos azules.
No es bueno cuando finalmente empieces a darte cuenta.
Necesito algo más.
Esa cara bonita ya no funciona.
¿Qué pasó con eso de lograr?
¿Qué pasó con eso de creer en ti mismo?
¿Por qué escuchar las reflexiones de alguien, de un cualquiera?
Lo siento, no veo y no puedo creerlo por más tiempo.
¿Qué paso con eso de creer en la belleza del espectador?
Nunca sabrás a quien te encontrarás en tu camino hacia la cima.
Probablemente nunca los volverás a ver cuando tu fama empiece a caer...
Hacia abajo, hacia abajo.
Nos encontraremos en el suelo.
Esa cara bonita ya no funciona.
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