"Me paso la vida sin hacer nada útil, cultivando unos pocos amigos, admirando a unas pocas mujeres y levantando con eso un castillo de naipes que se me derrumba cada dos por tres. Plaf, todo al suelo. Pero recomienzo, sabe usted, recomienzo."
Dentro de dos días tendré diecinueve años. Me remonto un año atrás y recuerdo aquella sensación: la mayoría de edad y sentir que nada podía detenerme, que podía hacer lo que quisiera sin ningún obstáculo. Por supuesto, hay trabas, aunque aquel día que cumplí dieciocho años muchas de ellas desaparecieron de un plumazo. Otras se fueron después. Otras permanecen. Pero me aterra pensar que no vivo cada día al límite, me aterra pensar que no estoy viviendo mi vida. Me siento como si no estuviera apunto de cumplir diecinueve años...como si no quisiera ser adulto, como si hubiera arrojado mi adolescencia por la borda...y, con todo, no estoy triste. Soy feliz. No me siento solo. Pero siempre me falta algo, siempre...algo cada día más difícil de encontrar, más difícil de saber siquiera qué es.
Pero recomenzaré, sabe usted, recomenzaré.
Si tan solo pudiera tener dieciocho años para siempre...
Es triste saber que esto no me pasa solo a mí. Hace unos días, yo cumplí los 18. Y me siento exactamente igual.
ResponderEliminarNo es extraño, yo también me sentí igual al principio, pero cuando pasa un año y empiezas a recordar, encuentras sentimientos que ni sabías que habías tenido.
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