23.12.12

Echo of mine.

Do you recall,
the Night that we first met,
and how I burnt your dress
with my cigarette?


It's just what all young lovers do.

20.12.12

A veces siento que no estoy hecho para el mundo, que lo que hay fuera no es para mí. La gente. Las cosas. La percepción clara de mi alrededor me ha hecho darme cuenta de que todo es tan imperfecto, que a veces me cuesta no rechazarlo. Las letras y la música pudieran haberme convertido en una persona mayormente solitaria. Cierto es que, claro, a menudo disfruto de la compañía de los demás. Pero también es cierto, que muchas otras veces, quiero desaparecer. Quizás mi destino es entregarme completamente a una sola persona o cosa durante el resto de mi vida, y nada más. Siempre que imagino mi vida futura, nunca es rodeado de gente. Siempre solo, o en poca compañía. Todo esto ha hecho de mí un ser poco abierto a los demás. No creo que nadie haya llegado a conocerme de verdad nunca. Las cosas que pasan por mi mente, rara vez salen de ahí. Y, sin embargo, otras veces necesito la compañía más que nada en el mundo. Otras veces siento que necesito salir al mundo exterior, comérmelo. Y este sentimiento puede cambiar en pocos días, horas, minutos, en cuestión de segundos, hasta el otro extremo. Quizás esta personalidad desdoblada y esta visión con perspectiva sobre todo, que nada es blanco o negro, nunca jamás, me torturen y, quizás, y sólo quizás, nunca consigue llegar a ser feliz del todo (si es que eso es, siquiera, posible). Esta idea, a veces, y sólo a veces, me tortura hasta el hastío más profundo. Hasta que cojo un libro, doy al "play" a algo, hasta que consigo olvidar. Y así siempre.


24.11.12

Lo-lee-ta.

 
I've missed absolutely everything.

11.11.12

-


"Más que besarla, más que acostarnos juntos, más que ninguna otra cosa;
ella me daba la mano, y eso era amor."

24.10.12

End and beginning.



Me pasaba la vida observando las de los demás, anhelándolas. Y ahora creo que debo empezar a querer la mía, es hora de dejar de desear y empezar a construir.

15.10.12

Mindless.

 
No escribir aquí es, en realidad, una buena señal.

2.10.12

I give up.

 

"Intento no pensar en lo diferente que podían haber sido las cosas entre ellos… porque es demasiado tarde. Quizá fue demasiado tarde desde el principio."
 
 
Que alguien asíe mi mano y me saque de las profundidades, me obligue a parar de caer, me salve. Porque sólo caigo, y caigo, y caigo...
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 



 

 

30.9.12

Espectros.




"Por primera vez se sintió acosado por el animal de la soledad; bicho astuto."
 
 
Tantas cosas que podría decir y no debo, ni quiero. Cada día tiene menos y menos sentido mantener un blog donde tienes que cuidar cada palabra al milímetro para no decir algo que no debes, para que nadie te malinterprete. ¿Qué lógica tiene tener un blog si no puedo escribir lo que quiera?

24.9.12

Babel.

Cuando te marcas las metas más cortas, los objetivos más sencillos, y aún así, fracasas... ¿qué se hace?

20.9.12



Now I'm out of place,
And I'm not getting any wiser.
I feel like The Sundance Kid,
Behind the synthesizer.
And I tried last night
To pack away the laugh
Like a key under the mat
But it never seems to be there
When you want it.
 
Y lo que tenga que ser, será.
 
 


I don't mean to rain on anybody cabriolet one of those games you're gonna lose but you wanna play it
just in case.

9.9.12

¿Diecinueve? ¡¿Pero qué?

 

"Me paso la vida sin hacer nada útil, cultivando unos pocos amigos, admirando a unas pocas mujeres y levantando con eso un castillo de naipes que se me derrumba cada dos por tres. Plaf, todo al suelo. Pero recomienzo, sabe usted, recomienzo."
Dentro de dos días tendré diecinueve años. Me remonto un año atrás y recuerdo aquella sensación: la mayoría de edad y sentir que nada podía detenerme, que podía hacer lo que quisiera sin ningún obstáculo. Por supuesto, hay trabas, aunque aquel día que cumplí dieciocho años muchas de ellas desaparecieron de un plumazo. Otras se fueron después. Otras permanecen. Pero me aterra pensar que no vivo cada día al límite, me aterra pensar que no estoy viviendo mi vida. Me siento como si no estuviera apunto de cumplir diecinueve años...como si no quisiera ser adulto, como si hubiera arrojado mi adolescencia por la borda...y, con todo, no estoy triste. Soy feliz. No me siento solo. Pero siempre me falta algo, siempre...algo cada día más difícil de encontrar, más difícil de saber siquiera qué es.

Pero recomenzaré, sabe usted, recomenzaré.

Si tan solo pudiera tener dieciocho años para siempre...

14.8.12

Jeux d'enfants.


¡Dichosa Sophie! El Juego había vuelto a empezar. Felicidad en estado puro, bruto, natural, volcánico…¡Qué gozada! Era lo mejor del mundo. Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que el costo, coca, crack, chutes, porros, hachís, rayas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, LSD, éxtasis. Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, una orgía, una paja, el sexo tántrico, el Kama Sutra, las bolas chinas… Mejor que la nocilla y los batidos de plátano, mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del milenio. Mejor que los andares de Emma Peel, Marilyn, la Pitufina, que Lara Croft, Naomi Campbell y que el lunar de Cindy Crawford. Mejor que la cara B de “Abbey Road”, que los solos de Hendrix, mejor que el pequeño paso de Neil Amstrong sobre la luna, el Space Mountain, Papá Noel, la fortuna de Bill Gates, los trances del Dalai Lama, las experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágeno de los labios de Pamela Anderson. Mejor que Woodstock y las naves mas orgásmicas, mejor que los excesos del Marqués de Sade, Riambaud, Morrison y Castaneda. Mejor que la libertad. Mejor que la vida.

Eterno brillo de una mente sin recuerdos.


— No veo nada que no me guste de ti.
— Pero lo harás, no sé, ya se te ocurrirán cosas, y yo me aburriré de ti, me sentiré atrapada porque eso es lo que me suele pasar.
— Vale.


Y por primera vez siento que estoy empezando a amar el cine como jamás lo había hecho...

13.8.12

Expectations > Reality.

Ahora mismo debería estar estudiando y sin embargo aquí estoy, escribiendo esto. ¿Qué me pasa? Ni yo lo sé. Desde luego está siendo un año desastroso. Miro ahora la entrada que escribí a principio de año y me río por no llorar. Porque no sólo no he cumplido nada de lo que dije, si no que he agravado defectos y lacras que ya debería haber superado hace mucho tiempo. Si no fuera por dos o tres personas que literalmente están salvándome el año (y mi vida), por esos conciertos desperdigados en el tiempo que hacen que olvide todo durante dos horas o tres y me quitan la tontería y me ponen una sonrisa en la cara durante un mes o dos. Y luego vuelta a la realidad. No voy a hablar del tema universidad porque me cuesta mucho ser realista. Es muy difícil ser realista cuando tus expectativas se parecen tan vagamente a la realidad. Desde luego que no es como te lo pintan. Y la gente no es mejor que en ninguna otra parte. He conocido gente peor que en mis peores años de instituto. O quizá me haya vuelto demasiado exigente con la gente que me rodea y pida demasiado, cuando ni siquiera tengo derecho a hacerlo. Lo cierto es que no creo haber conocido a las suficientes personas que merezcan la pena como para que me falten manos para contar (y eso a la alza...). 

¿Que suspendo? ¿Que no tengo beca? ¿A quién le importa? A mí, debería. Pero no. Yo quiero una carrera donde me enseñen inglés, puramente hablando. Donde hablemos de escritores desde Shakespeare hasta Kerouack. Y donde la gente sepa quién es George Orwell. En cambio estudio gramática española, y la vida de unos tíos sin nada mejor que hacer que estudiar el lenguaje como ciencia. Cuando el lenguaje es probablemente la cosa menos científica que exista (¿por qué me gusta si no?). ¿Lo que necesito ahora mismo? Hacer una maleta, irme al pueblo más perdido de Inglaterra durante un año y olvidarme de todo, y volver nuevo. Pero claro, eso es soñar por soñar. Y de sueños se vive. Y así voy viviendo yo.

8.8.12

Untitled part. 2

"I love the ground under his feet, and the air over his head, and everything he touches and every word he says. I love all his looks, and all his actions and him entirely and all together."

                                                                                                                                      Emily Brontë.



Los mejores textos que escribas siempre serán los que no podrás publicar en ninguna parte, porque la sinceridad y la realidad son demasiado fuertes. Es muy frustrante.

5.8.12

Untitled.

"What I want is to be needed. What I need is to be indispensable to somebody. Who I need is somebody that will eat up all my free time, my ego, my attention. Somebody addicted to me. A mutual addiction."


De repente te das cuenta que unas pocas frases que encuentras por azar definen perfectamente tus fobias, ilusiones, y cimientos de todas tus frustraciones emocionales.


Gracias, Palahniuk, por hacerme ver lo que necesito.

30.7.12

Into the wild.

A veces me imagino a mí mismo siendo un Alex Supertramp, y cogiendo una mochila y yéndome lejos. Romper la tarjeta de crédito, el carnet de identidad, el carnet de conducir. Quemar mi dinero. Donarlo. No pagar nunca por un tren o un avión. Hacer auto-stop. Trabajar en cosas que nadie querría hacer para malvivir. Y, con todo, salir adelante. Luego lo pienso, soy realista, y me doy cuenta de que poco hay de aventurero en mí. Nunca podría hacer autostop, arrojarme con una vieja canoa río abajo, estar un día sin comer o dormir en un saco durante meses. Aunque me gustaría poder, es algo que no está en mí. Por eso tendré que conformarme sin más a una vida cómoda y sencilla, con móviles, 3G, camas mullidas, y pizzas. Esa es la realidad. 

En el fondo tan sólo soy un Chris McCandless cualquiera.

5.7.12

Dozin' off underneath my sheets while I cover both my ears.


Aún no hace ni una semana que acabé los exámenes, dejé el piso y volví con mis padres, aunque ya parece una eternidad. Pensé que no echaría de menos vivir allí, pero en parte sí lo hago. No voy a hablar de los pros y los contras de vivir solo, porque eso daría para unos tres blogs, pero sí diré que es una experiencia interesante y que extrañas y valoras cosas que ni sabías que existían. Lo cual es bueno, porque aprendes a darle valor a la convivencia con tus padres - al menos por un tiempo.

Estoy a poco más de veinticuatro horas de lo que probablemente será el mejor fin de semana de este verano, espero disfrutarlo porque lo que vendrá después no será tan placentero. Desgraciadamente tengo que estudiar este verano, y quiero, necesito, espero trabajar. Está claro que este no va a ser mi verano, pero  tampoco me apetece otro verano ocioso más. Intentaré no pensar demasiado, aprovecharlo, ganar algo de dinero y pasarlo lo mejor que pueda. Aunque pueda parecer que no, soy optimista.

Nos leemos cuando vuelva de esto.

24.6.12

Cuestionario musical.

He encontrado este test en algún blog de por ahí y decidí hacerlo por puro aburrimiento. Allá va.

1) ¿Qué música estás escuchando mucho últimamente?
Llevo ya unos cuantos meses escuchando indie nacional (Love of Lesbian, Vetusta Morla, Supersubmarina, Zahara, Second...), un poquito de electrónica y música lenta de Bon Iver, Fleet Foxes, Mumford & Sons...





2) ¿Cuál es tu disco favorito de siempre?
Qué difícil...el primero que se me viene a la cabeza es el primero de Arctic Monkeys. Así que diré ese: 'Whatever People Say I Am, That's What I'm not'.





3) ¿Cuál es el primer disco que te compraste? ¿Y dónde?
Fue 'The Black Parade' de My Chemical Romance en un centro comercial, hace ya cinco años. Aún me sigue pareciendo un gran disco que me pongo de vez en cuando, me parece completísimo, por mucho que diga la gente, a mi me parece un buen grupo.





4) ¿Hay algún música que te hubiera gustado ser?
Kurt Cobain. Siempre lo he admirado, más como persona que como músico, a él y a su manera de llevar la filosofía del "vive rápido y muere joven" hasta el extremo.


5) ¿Qué es lo que cantas en la ducha?
No suelo cantar en la ducha en realidad, pero si lo hago, desde la música más estúpida hasta lo que esté enganchado en ese momento o se me pegue de la radio.


6) ¿Qué canción te gusta escuchar los sábados por la noche?



7) ¿Y qué canción prefieres para los domingos por la mañana?
No es que me guste escucharla los domingos por la mañana, es que ES la canción de los domingos por la mañana:




29.5.12

Diez cosas que nunca he hecho pero que haré.

Este post no tiene sentido alguno ni razón de ser, simplemente me apetecía escribir algo, y aquí está. Últimamente pienso mucho (quizá demasiado) sobre que haré con mi vida en un futuro, pero nada parece claro. Lo que está claro es que estas diez cosas las haré, tarde o temprano, en las circunstancias que sean propicias o no, pero las haré.


1. Tocar la guitarra y el piano.
Me arrepiento y mucho de no haber estado en vena en el momento propicio, véase quince o dieciséis años, cuando a todo el mundo le dio por aprender a tocar algo. En mi caso, no fue porque no me llamara la atención, si no por la fobia que le he tenido de siempre a la música escrita (de lo relativo a partituras, corcheas, semicorcheas y demás pajas mentales), quizás porque nunca tuve ningún profesor de música que me potenciara a ello y porque mis padres nunca tuvieron la genial idea de apuntarme a un conservatorio. Eso es un error que no pienso cometer con mis hijos, si los tengo (este tema da para un blog entero). La cuestión es que el piano y la guitarra son mis favoritos: no me gustan los instrumentos de viento y ningún otro de cuerda que no sea la guitarra, no sé cuando aprenderé ni como, pero lo haré.


2. Vivir solo.
Con esto no me refiero a vivir independiente de mis padres, cosa que ya he hecho, si no a vivir solo, sin compañeros de piso. En mi experiencia más cercana y personal he llegado a la conclusión de que no soporto a nadie en un día a día y que me organizaría mil veces mejor si no tuviera que aguantar a otras personas. 


3. Saltar en paracaídas.
Este es muy típico, lo sé, y ni siquiera sé si alguna vez reuniré las fuerzas necesarias para hacerlo, pero no me quiero morir sin probarlo.


4. Hacerlo en...
Hacerlo en la playa, en el mar y en la arena, hacerlo en una piscina, en un coche, y, sobre todo, hacerlo bajo la lluvia. No hay mucho más que decir al respecto, ¿no?


5. Ir a un aeropuerto y coger el primer vuelo.
Me gusta un aeropuerto más que cualquier cosa en el mundo. Bueno, tampoco tanto, pero me gustan mucho. Me levantaré un día, cogeré una mochila, meteré un libro y cuatro trapos, iré al aeropuerto y cogeré el primer vuelo con asientos libres que haya, solo ida. Y ya está.


6. Hacer el Camino de Santiago en bicicleta.
Me gusta mucho montar en bici, aunque no lo practique a menudo, y mi idea es ir en plan mochilero y hacer, si no el Camino entero, una buena parte en bici.


7. Recorrer la ruta 66. 
Desde que vi Thelma y Louise me llaman la atención este tipo de viajes. Coger un coche y perderme, si puede ser por The Main Street of America, mejor que mejor. Y puestos a soñar, que sea en una Harley Davidson o en este coche.


8. Vivir en...
París, Tokio, Nueva York, Londres, o Ámsterdam. Sé que es mucho pedir, pero con poco me lo monto y quizás pueda vivir en algunas de estas ciudades alguna vez. En el caso de Ámsterdam, ha de ser en una barca mugrienta de los canales, si no no me vale.


9. Dejarme barba (mucha) y tocar el banjo.
Yo nací prematuro y, como tal, todo mi desarrollo ha sido prematuro. Así, con casi diecinueve tacos encima todavía no puedo dejarme barba, pero algún día lo haré, y cuando ese día llegue aprenderé a tocar el banjo. No intentéis encontrar sentido a este objetivo...


10. Ir a Glastonbury.
Para mi es el mejor festival del mundo y he de estar allí. Quizás en 2013 si ahorro lo suficiente...este es de lejos el deseo que tengo más probabilidades de cumplir. Para que os hagáis una idea de lo maravilloso que es, esto y esto.






Para los que lean, os invito a dejarme un comentario diciéndome cuales son vuestros deseos a cumplir en la vida, quizás encuentre motivos e inspiraciones para alargar esta lista :-)


(Este artículo ha sido patrocinado por Marcus Mumford)

18.3.12

"Vivo de recuerdos".

Tu voz ha perdido su magia. Ya no siento nada. Pero sigo atrapado en tu obsoleta figura y en sus recuerdos. Si estoy enamorado de algo, es de ella. Del pasado, no del presente. Consiguió que los 'te quiero' volvieran a salir de mis labios, ¿y ahora qué? Sólo cenizas. Es lo que me has dejado. Con todo, recuerdo tu voz y todo lo que ya no me hace sentir. La culpa es mía, tuya, y del billete de ida que nunca compré. Y todas esas cosas que podrían haber pasado, y no pasaron. Digamos simplemente que he dejado de caer sin quererlo en tu gravedad, que ya han dejado de existir las mañanas inolvidables; he dejado de perderme en tus universos. 


Y vivo y sigo enamorado, no de ti, si no de los recuerdos.

13.1.12

Tokio Blues.



Antes de empezar esta reseña, diré que para los libros soy muy mío. No suelo dar segundas oportunidades, a la primera de cambio me aburren y los abandono. Me pasa con todo, pero sobre todo, con los libros. Es raro que lo lea de principio a fin sin ignorarlos. Y Tokio Blues es uno de esos libros.

Probablemente la novela más famosa de Murakami, comienza con un Toru Watanabe cerca de la cuarentena aterrizando en un aeropuerto de Hamburgo. Ya antes de salir del avión, suena en este una versión pueril y cutre de Norwegian Wood, de los Beatles. Escucharla hace estragos en él, y comienza a recordar su juventud en Tokio durante los años sesenta. A los dieciocho años, Toru se muda a una residencia de la capital nipona para comenzar sus estudios universitarios. Allí se reencuentra con Naoko, la novia de su mejor y único amigo, Kizuki, el cual se suicidó un año atrás. Unidos por la soledad y el desconsuelo por la muerte de Kizuki, la cual ninguno de los dos ha superado, comienzan una extraña amistad que pronto tornará en algo más. Todo esto tras el marco de un turbulento Tokio ahogado en las protestas de los jóvenes universitarios sedientos de cambio. La relación entre Naoko y Toru no es fácil en ningún momento, pero menos aún tras la aparición de una segunda mujer en la vida de Toru: Midori.

Tokio Blues no es lo que esperas cuando lees la sinopsis, eso está claro. Y en ese sentido hay mucho que reprocharle a Murakami. Esto no es probablemente un libro de amor, pues las relaciones entre los personajes no son lo que generalmente encontraríamos en una historia de amor: un flechazo, ciertos obstáculos que se superan sin mayor dificultad y final feliz. Murakami es diferente. El proceso de enamoramiento entre los personajes es lento, tortuoso y en muchas ocasiones no acaba bien. Son muy humanos, tanto que cuesta creer que Murakami no estuviera realmente construyendo una autobiografía. Porque no me creo que algo tan real, tan completo, salga tan sólo de su cabeza. Lo cierto es que es una novela que no siempre te mantiene en vilo, y que pierde por momentos, sobre todo conforme va avanzando, pierde un interés notable, pues se vuelve monótona. Con todo, no es difícil leerla de una sentada.

La muerte (especialmente el suicidio) es probablemente el tema principal de la novela. Los personajes son perseguidos y atormentados por ella, directa o indirectamente, e influye en su forma de ser y comportarse. Por su parte, Tokio es un personaje más. La construcción de una ciudad caótica, ridículamente grande y, a su manera, maravillosa, es perfecta. Murakami crea un universo completo, coherente y sin lagunas. Todo encaja y tiene sentido en todo momento, y quizás el que sea tan aburrida en momentos es lo que la hace tan real. Porque realmente cuenta varios años de la vida de una persona y es lógico que haya partes menos interesantes que otras. El marco de las protestas juveniles universitarias pierde mucha importancia durante toda la novela. Porque en realidad todo va perdiendo importancia hasta que todo se centra en el pobre Toru. El sexo es otro tema relevante: Murakami consigue crear pasajes eróticos exquisitos sin caer en la vulgaridad en ningún momento, pero sin cojear tampoco en lo gráfico. Pues las relaciones sexuales son descritas con todo lujo de detalles. Los personajes tienen unas personalidades muy marcadas, así pues Naoko y Midori son como la noche y el día. No tienen nada que ver una con la otra, y eso es un punto a favor del autor: el gran contraste que existe entre las dos jóvenes que intentan hacerse con el corazón de Toru. La música también está muy presente: las referencias a grupos, cantantes y compositores contemporáneos de los sesenta y anteriores son muy numerosas, así como las referencias a obras literarias y, en menor medida, a cinematográficas.

Tokio Blues es, en definitiva, un relato asombroso sobre el amor de verdad, el imperfecto, que refleja maravillosamente bien a la sociedad japonesa y su forma de ver e interpretar la vida. Un libro absolutamente recomendable para nóveles en la literatura japonesa o para veteranos. Aunque, si sois veteranos en la literatura asiática, seguro que no es la primera vez que oís hablar de él.

Norwegian Wood.

7.1.12

Superhéroe.

Hace unos días estuve viendo Batman Begins y hubo una frase que se me quedó grabada completamente en la cabeza: "esta es tu máscara.", dice Rachel mientras acaricia el rostro de Bruce Wayne. Con ello se refería a que ser una persona normal era la forma en la que Bruce se oculta de su verdadera personalidad: Batman. Lo cual me recuerda a Kill Bill 2, también al final, cuando el propio Bill hace esa reflexión tan larga sobre los superhéroes diciendo que su favorito es Superman. Si no la habéis visto (mal hecho), Bill argumentaba esto diciendo que Superman siempre ha sido Superman. Nació con esos poderes y muere con ellos, y Clark Kent no es más que su forma de disfrazarse de "abeja obrera", al contrario que el resto de superhéroes.


Probablemente tanto Rachel como Bill lleven razón. Y creo que hay un poco de eso en todos nosotros. Nos enseñaron una cosa llamada educación y con ella contenemos impulsos, emociones, sentimientos, y dedicamos nuestra vida a hacer lo que se supone que hay que hacer. Ese es nuestro alter-ego, nuestro Clark Kent particular. La apariencia que damos de cara a la sociedad en la mayoría de los casos no se identifica con nosotros. Hay pocas personas que tengan esta virtud, la de poder mostrarse tal cual son, y si conocéis alguna, seguramente sea solitaria. Nos disfrazamos de gente normal porque necesitamos encajar, y esa es la forma más fácil de conseguirlo. Es difícil ser aceptado en algo o alguna parte siendo uno mismo. Sin embargo, cuando uno se disfraza de algo ridículamente normal, gana muchos puntos. Pero nunca destaca. Y, al final, probablemente quedarás en la memoria de alguien. Nunca serás olvidado del todo. Pero tampoco recordado.


Desde aquí animo a todos a sacar el superhéroe que lleváis dentro.


Bang bang.

2.1.12

Galway querido.


Sobra decir que este ha sido, hasta hoy, el mejor viaje de mi vida. Recibí la beca MEC a mediados de Agosto, cuando yo había perdido con creces toda esperanza de viajar este verano. Con una preparación escasa y precipitada, me planté con dos maletas en el aeropuerto de Dublín, más solo que la una. Tres horas más tarde ya había llegado en bus a Galway, y el buscar mi apartamento fue un verdadero periplo. Luego resultó estar cerca, pero yo tardé en llegar un buen rato desde el centro. Desde que pisé suelo galwaiense (me acabo de inventar el gentilicio) supe que me acababa de enamorar perdidamente de aquella pequeña ciudad de la costa oeste de Irlanda. Luego vinieron tres semanas llenas de altibajos. Conocí a gente maravillosa (lo bueno de estos viajes es que son tan cortos que no te da tiempo a conocer el lado malo de las personas), pero también me sentí solo en muchas ocasiones. A veces tenía muchas ganas de volver a casa, cosa que JAMÁS me había pasado hasta entonces. Cuando acabó la segunda semana se fueron casi todos los españoles, prácticamente di mi viaje por acabado y mis ganas de irme aumentaron. Pero aparecieron Ana y David para salvarme la vida y hacerme darme cuenta de que a esa ciudad todavía le quedaban muchas librerías y tiendas de discos por descubrir. La última semana fue tan maravillosa como las otras dos primeras gracias a esas dos grandes personitas. 

Acantilados de Moher, visita obligada.
Y yo ya no me quería ir. Me había enamorado más de Galway en tres semanas que de toda España en diecisiete años. Aún cuando estoy triste recuerdo lo feliz que era allí tan solo con coger mi bici, bajar al centro, ir a la tienda de discos y, tras no comprar nada casi nunca, irme a Eyre Square a leer 1984 en el césped. Hasta las subidas agotadoras de la última semana, cuando me mudé a casa de una familia en un barrio periférico, eran placenteras. 

Galway se asienta sobre las frías aguas del Atlántico Norte.
De este viaje recuerdo sobre todo momentos concretos. Recuerdo cuando me senté en aquella cafetería con un muffin enorme y un chico llamado Jordi se fijó en mi, me preguntó de dónde era y cómo me llamaba, y ambos éramos españoles. Recuerdo ir a ver el Madrid - Barça con un más que fingido interés por el partido con ellos, conocer a Rafa y con hablar cinco minutos con él parecer que era mi amigo de toda la vida. Recuerdo cuando fuimos a cenar al McDonalds a las dos de la madrugada esas hamburguesas de 1€ que ya son míticas. Recuerdo la discoteca a la que a pocos dejaron entrar en la que ponían rockabilly, y la terraza donde conocimos a dos holandesas borrachas. Recuerdo todas y cada una de las Guinness que me tomé en todos y cada uno de los pubs a los que fui. Recuerdo ese concierto en el que un grupo tocaba Green Day, The Killers y algunos más. Recuerdo reconocer con Ana todas las canciones que sonaban en un pub. Recuerdo buscar tiendas de discos por la ciudad hasta que encontré HMV. Recuerdo Joyce's Bookstore, una librería de las que ya no quedan. Recuerdo hablar con (otra) Ana sobre pelis y que coincidiéramos en casi todas.

Spanish Arch, probablemente el mejor pub del mundo.
Pero, por encima de todo, recuerdo mi última noche y el día siguiente. Recuerdo ir por la calle y escuchar a una chica que estaba tocando "Use Somebody" de Kings of Leon. Llegaba tarde, pero me quedé escuchando toda la canción mientras la cantaba en susurros. Fue el mejor regalo que me pudieron hacer. Recuerdo mi última Guiness en un pub al que nunca había ido, recuerdo pedir el Facebook a todos los que no eran españoles, mis "chicos, no quiero irme. Chicos, una semana más." constantes. Y el último día, mi despedida con David, mi posterior despedida con Ana en la parada de bus de la catedral, y como esperé el bus durante una hora en la que se me mojaban todos los cigarrillos del asqueroso Pall Mall que prematuramente compré con Rafa en mi primera noche, con sus letras en gaélico y todo, y que me sobraron al volver a España, de lo que diluviaba. Acabé calado hasta los huesos pero no me importó, ese día no. Cogí un taxi de madrugada y fui el primero en facturar en el aeropuerto. La noche allí fue larga, pero finalmente embarqué y llegué a España por la mañana del día siguiente. A principios de Septiembre, con un calor insoportable, un sol horriblemente justiciero, y un rotundo "no" en mi boca cada vez que me preguntaban si había echado de menos mi hogar o si había tenido ganas de volver.

1.1.12

Dos mil once.



2011. Qué se puede decir de él...han pasado tantas cosas. Y por otra parte tengo la sensación de que no ha cambiado tanto nada. Y probablemente sea así. No puedo decir que ha sido un mal año, los ha habido peores. Ha quedado bastante equilibrado entre cosas buenas y malas, lo malo es que las malas han pasado a finales de año y eso hace que me quede un sabor amargo. Aunque con el tiempo sólo permanecerán los buenos recuerdos. Ha sido un año lleno de primeras veces: primer concierto, primer camping, primer viaje al extranjero completamente solo, primer año de universidad. También he perdido a más gente de la que he ganado. Algunos de ellos puedo decir, ¡que al final han salido de mi vida! Lo que me ha costado quitármelos de encima no ha sido normal. Aunque extrañamente los eche de menos a veces (al fin y al cabo hemos compartido muchas cosas), en el fondo sé que estoy mejor sin ellos y ellos sin mi. También ha sido un año de profundos cambios personales, un poco más "don'tgiveafuck" que de costumbre (y va a más), y soy consciente de que he tenido que renunciar a algunas personas para poder conseguir esos cambios, o mejor dicho, esas personas no se han tomado las molestias de aceptarlos. Y no les culpo. Un año de relaciones tortuosas que no han acabado bien (y que aún a día de hoy me siguen dando más de un quebradero de cabeza) pero yo creo que mi salvación está cerca. Conservo a los pocos amigos que realmente tengo y a los que veo menos de lo que me gustaría. Ha sido un año muy introspectivo, y no me ha venido nada mal. Pero ya no quiero eso. Ahora quiero conocer, vivir y disfrutar más que nunca. Y aún sigo buscando a los que puedan ofrecerme eso. Haciendo inventario no ha sido un año taaan horrible, ¿no?.

¿2012?. Nadie pondría la mano en el fuego ni apostaría un duro por él. Pero yo voy a hacerlo. Aunque no puedo ser demasiado exigente con él, yo voy a serlo. Todo lo que pido es sacarme el curso para poder trabajar en verano, y que caiga algún que otro festival o concierto. Poder ahorrar lo suficiente para poder emanciparme y, quién sabe si ir a otra universidad. Personalmente siempre he considerado que eso de "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy" nunca ha ido conmigo. Siempre dejo todo para el último momento, y a veces tan último que ya es demasiado tarde. Es algo que quiero cambiar. Lo que quiera hacer lo haré aquí y ahora, sin más. 

Con respecto al blog, intentaré actualizarlo más a menudo y con más cantidad de contenido: textos propios, reflexiones, algunas críticas y cosas varias...un poco de todo.

Creo que eso es todo, ¡hasta más ver!